1. GRACIAS A TODAS MIS LECTORAS <3
2. Con respecto a los comentarios: ¡por favor comentad! Si os es más fácil, lo hacéis en modo anónimo y me ponéis ahí vuestro twitter para saber quiénes sois :D
3. Perdón por tardar tanto en subir pero la verdad es que estaba escasa de imaginación y además luego cambié de rumbo la historia y la volví a cambiar y me lié y no sabía qué hacer, pero este es bastante largo así que... os dejo que lo leáis.
4. Esta es la canción de la que hablo al principio :)
_________________________________________________________________
En el coche había demasiado bochorno, y bajar la
ventanilla no era una opción, pues el calor de fuera era seco, aunque para mi
padre era suficiente. Su ventanilla estaba bajada del todo, con su codo izquierdo
apoyado en el borde mientras que con la mano derecha agarraba el volante. A su
lado iba el padre de Jess, cantando con todo lo que daba su voz “Sweet Home
Alabama” de Kid Rock, que sonaba en la radio en ese momento. Mi padre y yo nos unimos a él cuando el
estribillo sonó. A mi lado un ruidito ronco nos llamó la atención. Nos reímos
cuando nos dimos cuenta de que Jess estaba protestando porque no la dejábamos
dormir.
“Tu madre me ha dicho que te diga varias cosas
antes de dejaros en el coche…”, comentó mi padre alzando su mirada hacia el
retrovisor, donde nuestras miradas se encontraron.
“Por supuesto que sí”. Mi sarcástica respuesta hizo
reír a los dos adultos que iban delante de mí. “¿Y bien? ¿No me las vas a
decir?”
Mi padre hizo una mueca para después confesar que no
se acordaba de todo lo que su preocupada mujer le había hecho recordar para
asegurarse de que su hija no se metiese en problemas.
Al poco rato John y mi padre se enzarzaron en una
acalorada discusión sobre cuál de los dos partidos políticos más importantes
del país lo hacían peor. La verdad, era una discusión sin sentido, pues ambos pertenecían
al mismo bando, así que decidí mirar por la venta. El Solo estaba alto en el cielo.
Me quité la sudadera y miré a Jess, que seguía dormida.
Dios, qué
pesada. Siempre está durmiendo. Esperemos que cuando lleguemos ya haya
despertado. Conociéndola…, pensé.
Empecé a divagar por mi mente. Tenía muchísimas ganas
de llegar y ver quién había por allí, de pasar tres meses lejos de todo y de
todos, de estar en la playa con Jess y conocer a nueva gente. Presentía que
este iba a ser el mejor verano de nuestras vidas.
Poco a poco me fui quedando dormida, con la cabeza
apoyada en mi hombro en una posición muy incómoda.
El Sol me
daba de frente, cegándome por momentos. El balón vino en mi dirección y mis puños
se juntaron para lanzar la pelota al alto y que la persona que estaba a mi lado
rematase. Juego ganado. Me giré para celebrarlo mientras unos brazos me
alzaban. Yo me agarré a su cuello y posé las manos sobre su espalda. Tenía unos
músculos muy definidos. Al separar mi cara de su cuello unos mechones de pelo
rizado me rozaron la cara. Esos ojos verdes…
***
Una mano me zarandeó suavemente. “Hemos llegado”, me
susurró la voz de mi padre.
“Mmmm…”
“Mmmm…”
Sentí su cuerpo inclinarse por encima
del mío para desabrocharme el cinturón de seguridad.
“Broo, esto es precioso… mira”.
Mis ojos tardaron poco en acostumbrarse a la luz,
que era escasa. Un prado con árboles inundó mi visión. El Sol estaba casi
detrás de la montaña al fondo. Miré a Jess, que giraba sobre sí misma,
observando los detalles del precioso paisaje que había al otro lado de su
ventana: una playa inmensa, de arena fina y clara. El mar en calma, sus olas
arrastrando las conchas. Música celestial. El sitio perfecto para dormir.
“Buenos días, dormilona”, la saludé con una
sonrisa. Ella murmuró un “wow” y yo sentí que acababa de quitarme la palabra
para definir aquello.
Cuando bajé del coche, estirando mis entumecidas
piernas, escuché una risa a mi espalda. Era como la risa de una sirena,
incitándote a unirte a ella en sus travesuras para nunca jamás dejarte ir. Un escalofrío
recorrió mi espina dorsal. Me di la vuelta y, apenas lo hice, un pegote de
barro chocó contra mi cara, mi pelo y mi camiseta blanca. Me limpié como pude
el barro de la cara y observé atónita como un grupo de chicas en bicicleta se
paraba unos metros por delante de mí. Todas giraron su cabeza, dejando volar
sus largos cabellos, hacia mí. La misma risa de antes volvió a sonar, y esta
vez le puse cara. Rubia, ojos azules, cuerpo de escándalo, la líder del grupo.
A continuación, las risas de las otras chicas resonaron en el ambiente, aunque
la mayoría de ellas me miraban con verdadera pena, como si sintiesen que su líder
me hubiese hecho eso.
“Me gusta tu camiseta…”, dijo la rubia, mostrando
una sonrisa afilada, más propia de una arpía que de un humano.
Por desgracia, Jess lo había visto todo y no iba a
quedarse callada.
“Y A MI ME VA A GUSTAR TU CARA CUANDO TE PEGUE TAL….”
“Jess, no”, la interrumpí, “hay que saber cuándo
vale la pena arriesgarse y cuando no. Y está claro que ahora no.”
Además, no quería que Jess se metiese en problemas:
1 – era el primer día; 2 – como ya le había dicho, esa pobre chica no valía la
pena.
Vi como el grupo de chicas se iban, probablemente
por el hecho de que mi padre acababa de salir del coche y las miraba con una
ceja levantada.
“¿Primer día y ya hay un grupito de Mean Girls?
Creo que vuestro verano va a ser interesante”
Bufé en respuesta y empecé a caminar en busca de
unos lavabos. El camino de tierra se dividía después de unas casetas que serían
(supuse), las zonas comunes. Opté por la izquierda y, al cabo de unos minutos,
encontré un letrero que anunciaba “BAÑOS”, y un muñequito de un hombre a su
derecha. Sin importarme ese dato, entré a la sala. En las paredes había bancos
y, por encima, perchas. Otro gran banco se situaba en el medio de la habitación.
Al fondo divisé Una hilera de lavabos con un espejo encima. Todo relucía, claro
signo de que por allí no había pasado nadie. Me quité la camiseta y empecé a
lavarme la cara y el pelo, aunque lo único que hice fue embadurnarlo un poco
más. Encontré un rollo de papel higiénico en un baño. Más al fondo se escuchaba
el ruido de una ducha, pero le resté importancia, dando por hecho que estaría
estropeada.
Cuando ya casi me había quitado todo el barro de la
cara (aunque no del pelo), la ducha se paró. Miré hacia mi izquierda, de donde
salió un chico completamente desnudo. Me sobresalté y, aunque poco después lo
reconocí, no podía quitar el gesto de asombro de mi cara. Un chico alto, moreno
y musculoso se alzaba en frente a mí. Su pelo negro y mojado le caía sobre la
frente. Yo aparté la mirada rápidamente y al ver que él no se tapaba, mis
manos, que estaban apoyadas en el lavabo, se cerraron formando dos puños.
“Tápate”, gruñí.
Escuché como contenía la risa mientras cogía una
toalla de un perchero que tenía a su izquierda. Se la enroscó en la cadera,
dejando visible las líneas en forma de v y su torso. Mis amigas siempre
fantaseaban con su cuerpo, sobre si algún día él se fijaría en ellas y sobre
cómo podía estar yo tan ciega y negar lo “evidente”. No lo negaba, mi hermano
trabajaba a fondo su cuerpo en el gimnasio todos los días, hacía natación y
corría, y tenía muy buen cuerpo, pero era mi hermano.
“Me has visto salir de la ducha miles de veces en
casa.”
“¿Qué haces aquí, Zayn?”, dije mientras giraba mi
cuerpo para encararle, posando mi mano izquierda en mi cadera.
“Esa pregunta debería hacértela yo a ti. Esto es el
baño de chicos”, dijo mientras señalaba a su alrededor, “Yo soy un chico”, se
señaló a si mismo, “y tu una chica. Pensé que os enseñaban eso en Biología”.
Noté como la sangre subía a mis mejillas, mientras
me recriminaba a mi misma no haber especificado que me refería al campamento en
general, no al baño en particular.
“¿Qué haces semidesnuda en el baño de tíos?”, dijo
mientras su mirada se posaba en mi torso. Por suerte el sujetador no se había manchado.
Por muy hermano mío que fuese, si me hubiese encontrado sin él me hubiese
muerto de vergüenza. Por un momento pensé en aquella frase que me había dicho
una de mis amigas. “Si yo fuese tu, me daría igual que fuese mi hermano.” Creo
que no sabría qué hacer si no llega a ser mi hermano.
Al ver que no contestaba, Zayn me repitió la
pregunta.
“Pues… una chica me salpicó de barro”. Le señalé banco
donde estaba tirada mi camiseta sucia y él no pudo reprimir la risa. Cuando
recuperó la calma, me dijo:
“¿Haciendo amigas?”
“Dios, ¡no! Antes que hacerme amiga de esa chica me
tiraría desde la estratosfera sin traje espacial. Además, que te cuente Jess:
casi la pega”. Al recordar la escena, una risita tímida se escapó de mis
labios, precedida por una expresión de horror al imaginarme siendo amiga de la
rubia estúpida.
Zayn cogió una mochila de una pequeña taquilla y la
dejó sobre el banco, mientras comenzaba a sacar sus cosas.
“Por cierto, Zayn, déjame una camiseta limpia”
“¿Qué? No. Estás muy guapa así”. Una sonrisa
perversa asomó a sus labios mientras me miraba de reojo para contemplar mi
reacción que, obviamente, fue de estupefacción. Estaba claro que no le bastaba
con estar en este preciso instante en mi campamento (y sospecho que también los
próximos tres meses), que además no pensaba ayudar en esto.
En ese momento una puerta situada al fondo de la
sala, por detrás de mi hermano, se abrió y de ella apareció un chico con la
cabeza agachada mientras se quitaba los calzoncillos para ir a ducharse.
“¿Con quién hablas, tío?”
Esa voz. No. No. Levantó la cabeza y sus ojos
verdes se encontraron con los míos. Si. Su expresión pasó de risueña a alterada
por estar desnudo delante de mí, aunque Zayn me tapase sus partes más íntimas,
y se puso rápidamente su ropa interior de nuevo. Sus ojos deshicieron el
contacto con los míos para mirar a mi hermano y luego volvieron a mí. Sentí
como me recorría el cuerpo con la mirada, parándose finalmente en la parte de
arriba de mi cuerpo.
“¿Qué…?”, comenzó a decir, pero no le dio tiempo,
pues mi hermano sacó de su mochila algo y me lo tiró, gritándomelo que me lo
pusiese. Cuando lo tuve en mis manos me di cuenta de que era una camiseta. La desdoblé
y pasé el cuello de la camiseta por la cabeza, mientras me daba cuenta de que
tenía el color de las camisetas de los monitores. Cuando lo miré de nuevo, se
dio cuenta de que mi miraba estaba en llamas y no precisamente de placer.
“Corre”, le susurré. Y echó a correr sin ni
siquiera intentar ponerse unos calzoncillos. Antes de seguirlo miré a Harry y
le dediqué una sonrisa, que él me correspondió.
Le perseguí por casi todo el campus, mientras que
él intentaba que la toalla no se le cayese, lo cual me dio ventaja, pues no corría
en condiciones favorables. Al final aminoró el paso, dándome la oportunidad de
alcanzarle, pero no lo hice, sino que me quedé detrás de él, observándolo mientras
hacía el ridículo por todo el campus. Cuando ya no podía aguantar más la risa,
él decidió entrar en una cabaña y yo le seguí. Me tiré en el suelo de la cabaña
y doblé mis rodillas juntándolas con el pecho mientras que me reía a carcajada
limpia. Al calmarme, rodé por el suelo para ver a mi hermano sentado en la cama
mirándome con una sonrisa divertida en la boca y a mi padre, Jess y su padre
contemplándonos. Vi preocupación en los ojos de los dos adultos, posiblemente
debido a que estaban pensando que yo tenía algún tipo de trastorno mental, y desconcierto
en los de mi amiga que tenía la cabeza ladeada y el ceño fruncido. Después de
unos minutos, mi padre se acercó a mí suspirando y me dio un beso en la frente.
Acto seguido se acercó a Zayn y le cogió una mano con su mano derecha y con la
otra le daba una palmada en la espalda, parándose unos instantes para decirle
algo al oído. También vi como John le daba un beso a su hija de despedida y le
advertía para que tuviésemos cuidado.
Con la mano en el pomo de la puerta, mi padre nos
deseó un buen verano y se fue.
Unos minutos después, Zayn también se levantó de la
que sería mi cama, no sin antes avisar a Jess de que no se permitían las peleas
en el campus, dejando así al descubierto que yo se lo había contado. Mi amiga
iba a replicar, pero este fue sin darle la oportunidad. La aún confundida Jess
se giró sobre los talones y me miró.
O dios es perfecta jvavsjwi Que sexyyy Zayn hsveh me lo como jajaja sigue cielo esta genial:3
ResponderEliminarme alegra muchisimo que te guste cielo asdfghyjnk estoy tardando mucho en subir porque no tengo inspiracion y ademas en el prologo tengo 24 comentarios en total y aqui 7....
EliminarOOOOOMMMMGGGG me ha encantado, de verdad que es de los fanfics más interesantes que he leído :'3 espero más eh? asdfghjkl besis<3 @ourleeyum
ResponderEliminarsiento mucho no haber subido pero me quede sin imaginacion y ademas, compara los comentarios del prologo y los del primer cap.. :(
Eliminarno me dejes así, que muero
EliminarME ENCANTA MADA FAKA! UBuafbudvfqbfuweivg ya tengo ganas de leer el proximo cap! Tu querida amante anonima.
ResponderEliminar(Sonia) hahahahahhaha xd
wasdfghnjrkdfxmvc ay virgili asdfbgkn
Eliminarmadremia nena.... te as superado enserio me a encantado.... esperoo el 2n capi ya... yatusabeees:)! jajjajajajaj @Judit_MaVi
ResponderEliminaren eso estoy cielo en cuanto pueda subo asdfglkj.
EliminarOMGGG !!!!!! Aitana me encanto el capítuloooo oixx es super bonitooo ya estoy esperandp a que subas el próximoooo !!!! :)) -- Clara (@claraanglada)
ResponderEliminarme alegra mucho muchisimo que te guste asdfnjhk b
EliminarHooooolis! TIA, ZAYN Y HARRY EN LAS DUCHAS, O SEA, FRUSTRACIÓN SEXUAL *-*
ResponderEliminarY bueno, muy bonito todo JE JE
mmmmmmmmmmm querida mia te frustras con todo JAJAJAAJJA tu no sales viva de mi novela sdfgjhyukgl´,m
EliminarAhhhhhhhh OMG mee encantaaa sigue por favorr, esta genial, me gusta muchisisisimo jajajajajajjajaja (@AlbaaLovee1D)
ResponderEliminardentro de poco poquito sigo asdfgjhykulg.kjbm :D
Eliminar